UNIDAD
DE TRASPORTE CRITICOS.
PROFESOR: L.E. Ricardo Rangel
Chávez
ALUMNO: Eduardo Javier
Gutiérrez Flores.

UNIDAD
DE TRASPORTE CRITICOS.
En
la actualidad, toda persona está expuesta a sufrir un accidente o una
enfermedad súbita que puede amenazar su vida o su estado de salud.
En
México, desde hace algunas décadas, las enfermedades cardiovasculares representan
la primera causa de muerte entre la población general, seguida de
complicaciones de la diabetes, y en tercer lugar las lesiones ocasionadas en
accidentes de tráfico, violencia, caídas, ahogamientos y quemaduras. Sin
embargo, es importante destacar que en las edades, preescolar, escolar y en las
etapas productivas de la vida, las lesiones llegan a ser la primera causa de
muerte y discapacidad.
La
medicina moderna está dirigida a revertir el creciente número de decesos
asociados a enfermedades graves de aparición súbita o a accidentes con lesiones
severas, llevando la atención fuera de los establecimientos médicos para llegar
y beneficiar directamente al paciente, por ello, la atención de urgencias
médicas debe concebirse como parte de un proceso que se inicia desde el primer
contacto, donde se le brinda el manejo inicial, ya sea en el hogar, vía
pública, sitio de recreación o en el ámbito laboral y continúa durante el
transporte con una serie de actividades médicas de reanimación y/o soporte que requieren
capacitación específica, con lo cual se logra mejorar la condición de ingreso
al hospital del paciente, su sobrevivencia frente a lo que ocasionó el evento
adverso, y su posterior traslado a la unidad de salud adecuada para recibir
tratamiento, considerando la gravedad de la patología.
La filosofía de la atención prehospitalaria se resume en: “Llevar al paciente adecuado al lugar adecuado en el tiempo adecuado”.
La filosofía de la atención prehospitalaria se resume en: “Llevar al paciente adecuado al lugar adecuado en el tiempo adecuado”.
Para
otorgar una atención oportuna y eficiente, debemos contar con un efectivo
sistema de atención de urgencias médicas que incluya todas las fases del
tratamiento del lesionado o enfermo grave:
a).- La atención médica
prehospitalaria
b).- La atención hospitalaria especializada
c).- La rehabilitación
b).- La atención hospitalaria especializada
c).- La rehabilitación
Los Servicios de Urgencias Médicas,
tienen cinco fallas principales:
1. Carencia de coordinación interinstitucional para la atención de
urgencias;
2. Insuficiente red de radiocomunicación.
3. Infraestructura coordinadora incompleta;
4. Unidades móviles y fijas con equipamiento deficiente y
5. Falta de apego a la normatividad establecida.
2. Insuficiente red de radiocomunicación.
3. Infraestructura coordinadora incompleta;
4. Unidades móviles y fijas con equipamiento deficiente y
5. Falta de apego a la normatividad establecida.
ANTECEDENTES HISTORICOS
En
México, la situación de los servicios de atención prehospitalaria de urgencias
médicas ha sido muy pobre y precaria, recayendo principalmente esta
responsabilidad en personal voluntario y organizaciones del sector público, de
beneficencia, de organizaciones no gubernamentales, del sector privado y se han
estructurado sin planeación, sin coordinación, con una falta de distribución de
acuerdo a las necesidades de la población, ubicados en los sitios de mayor
concentración y ocasionando desprotección a los grupos sociales más
necesitados.
Cada
institución realiza sus actividades sin considerar los esfuerzos y recursos de
las demás, no funcionando el conjunto de ellas como un sistema articulado sino
como un conglomerado disperso. Esta situación ha propiciado duplicidad en la
atención, dispendio de recursos, perdidas graves en su operación, altos costos
y falta de cobertura plena.
Los registros de la atención
prehospitalaria en México tienen sus inicios en el siglos XIX y finales del XX,
relacionados estrechamente con los orígenes de la Cruz Roja por la parte civil
y en el ámbito militar con la creación formal de un cuerpo de ambulantes
(Sanidad Militar) en el servicio médico del ejército mexicano como parte de su
reorganización post-revolucionaria.
La fundación y crecimiento de las
instituciones, se fue dando paulatinamente al transcurrir los años en forma
independiente. Su historia puede resumirse en los siguientes acontecimientos
nacionales, los cuales se encuentran influenciados de manera circunstancial o
directa por los sistemas extranjeros.
En 1910 Se reconoce jurídicamente la Asociación de la Cruz Roja Mexicana, con la participación de voluntarios en la atención de lesionados en la vía pública.
En
1912 se crea la Cruz Blanca Neutral responsable de prestar
ayuda a enfermos domiciliados.
En
1922 aparecen los Servicios Médicos Municipales (Cruz
Verde), creados para la atención de lesionados, en Guadalajara, Jalisco
(a un costado del Hospital Fray Antonio alcalde). En este mismo año se fundan
la mayoría de las delegaciones actuales de la Cruz Roja Mexicana.
En
1943, se inaugura el primer hospital de concentración de
Urgencias Médicas y Traumatológicas del Departamento del D. F. llamado Hospital
“Dr. Rubén Leñero” de la Cruz Verde, en cuyo interior se instala la primera
base de ambulancias, cuya misión es prestar apoyo prehospitalario en el
Distrito Federal.
En
los años 1954 a 1970, la Cruz Verde
dependiente del Departamento del Distrito Federal, creó una red hospitalaria
con 6 hospitales de atención de urgencias médico quirúrgicas y traumatológicas,
12 hospitales atención pediátrica y 7 hospitales maternos infantiles en el
Distrito Federal.
En
1970 los servicios de ambulancias de la Cruz Verde por
decreto, se incorporan a la Secretaria de Seguridad Pública del Departamento
del D. F. con el nombre de ERUM (Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas),
cuya función la desarrollan hasta el momento actual.
De
1970 a 1980 se forman grupos de rescate entre
los que se cuentan “Cruz Ámbar”, “Radio Brigada de Auxilio y Salvamento”
Escuadrón S.O.S. y Comisión Nacional de Emergencia con cobertura en las
carreteras del país
En
1976, Los Servicios Coordinados de Salud desarrollan un
programa piloto para la Atención Prehospitalaria dentro del Sistema de
Urgencias de Edo. de México (SUEM), crea un código funcional de paramédico
incluido en el catálogo de puestos de la SSA.
En
1977, Se forma el Escuadrón SOS, cuya aportación principal
es la búsqueda de los canales, la información y las personas para obtener una
mejor formación de sus recursos humanos.
1978, El escuadrón SOS establece un puesto de control en el Hospital General
Xoco.
1980-1990,
Con base en el Hospital Xoco, se fortalece el servicio
de ambulancias con un sistema de radiocomunicación, denominado Radio Control
que coordina las ambulancias con los hospitales.
1981, El escuadrón SOS realiza el primer curso de Técnicos en Urgencias
Médicas.
1982, Convenio entre el ISEM/CONALEP para la formación de Técnicos en
Urgencias, Emergencias y Desastres, con egresados de nivel Postsecundaria con
Título y Cédula Profesional de Técnicos, emitida por la Dirección General de
Profesiones.
1985, Los sismos motivan un incremento notable en la cantidad de grupos
voluntarios en rescate y atención de urgencias con poca preparación académica,
autorizados por la Dirección de Protección Civil.
1987, Publicación de la norma técnica 358 para la prestación de servicios de
atención médica de las unidades móviles terrestres de urgencias y cuidados
intensivos.
En
1987, se crea el Consejo Nacional para la Prevención de
Accidentes, con objeto de proponer las acciones en materia de prevención y
control de accidentes a que se refiere el Artículo 163 de la Ley General de
Salud, operando por un corto tiempo, reanudando sus funciones en 1998 a la
fecha.
1988, Primer curso de ATLS para oficiales de sanidad en el Hospital Central
Militar
En
1989, inicia sus actividades formales la Escuela de
Técnicos en Urgencias Médicas avanzadas de la Dirección General de Servicios
Médicos de la UNAM y la Escuela Nacional de Paramédicos de la Cruz Roja
Mexicana. (CONALEP). Egresando cuatro generaciones de Técnicos en Urgencias
Médicas avanzados de la DGSM/UNAM., con reconocimiento de la Secretaria de
educación Pública.
En
1997, la Universidad de Guanajuato en convenio con la
Secretaria de Salud del estado de Guanajuato, aprueba el Curso de Técnico en
Emergencias Médicas, nivel básico con estructura de diplomado.
En
1998, el sistema estatal de urgencias de Tabasco firma
convenio con la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco para el aval del curso
de Técnico en Urgencias Médicas.
En
1999, La Dirección General de Calidad y Educación en
Salud, con el apoyo de la Subdirección de Desarrollos Educativos convoca a un
grupo colegiado para la elaboración de los estándares básicos del TUM.
4
DE OCTUBRE DE 1990 se crea en Jalisco el Consejo Estatal para la Prevención de
Accidentes , como Organismo Público Desconcentrado de la Secretaría de Salud y
Bienestar Social
ENERO 1999 Inicio del S.A.M.U. JAISCO en el Centro Integral de Comunicaciones del Gobierno del Estado
ENERO 1999 Inicio del S.A.M.U. JAISCO en el Centro Integral de Comunicaciones del Gobierno del Estado
De
1990-2002, Se integran servicios de atención médica de
urgencias con la participación de médicos y técnicos en diversos estados del
país.
En
el 2000, se publica la NOM 020 - SSA2-1994 para la Prestación
de Servicios de Atención Médica en unidades móviles tipo ambulancia.
En
2001, el Programa Nacional de Salud define un plan de
acción para la prevención de accidentes.
2002, El Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, Solicita a la
Dirección General de Metrología y Normalización la modificación de la Norma
Oficial Mexicana NOM-020-SSA2- 1994.
En
2006. Se hace la Modificación de la NOM-020-SSA2-1994,
para quedar como Norma Oficial Mexicana NOM-237-SSA1-2004, Regulación de los
servicios de salud.
Atención prehospitalaria de las
urgencias médicas.
En
2007, se reforma párrafo segundo artículo 79 de la Ley
General de Salud. Se crea la figura del Técnico en Atención Médica
Prehospitalaria.
En
2009, La Dirección General de acreditación, Incorporación
y Revalidación de la Secretaria de Educación Pública, por medio del Laudo
(DGAIR/P.A./019/2008) La SEP autoriza al CONAPRA para acreditar, evaluar y
certificar, a través del acuerdo 286 al personal que brinda servicios de
atención médica prehospitalaria, que no cuenta con cursos formales de
capacitación, para que obtenga el reconocimiento oficial de su profesión a
nivel técnico, que legalice su estatus profesional.
En
2012, al cumplir sus cinco años de vigencia se solicita la
Modificación de la Norma Oficial Mexicana 237-SSA1- 2004 Regulación de los
servicios de salud.
Atención prehospitalaria de las urgencias médicas para quedar como NOM-034- SSA3- 2013.
Regulación de los servicios de salud. Atención médica prehospitalaria.
Atención prehospitalaria de las urgencias médicas para quedar como NOM-034- SSA3- 2013.
Regulación de los servicios de salud. Atención médica prehospitalaria.
En
2015, Reforma párrafo segundo artículo 79 de la Ley
General de Salud. El Técnico en Atención Médica Prehospitalaria requiere de
diploma avalado por una institución educativa competente.
En
2015, trabajo conjunto con la DGPLADES para la
implementación del Modelo de Atención medica prehospitalaria a nivel nacional.
2015, se Incluye la atención medica prehospitalaria en el Modelo de Atención
Integral de Salud basado en la Atención Primaria de la Salud.
En
el estado de Jalisco el sistema de atención pre hospitalaria, poco a poco se ha
ido desarrollando y mejorando; el transporte de enfermos entre hospitales
constituye una necesidad de primer orden en el Sistema de emergencia, que
conlleva unos costes humanos y material de considerable magnitud. Su principal
objetivo reside en proporcionar a los enfermos que acuden a cada centro
hospitalario, aquellos medios diagnósticos y de tratamiento más adecuados a su
problema médico, independientemente de que éstos estén o no, disponibles en
dicho hospital.
El
gran esfuerzo que supone la debida atención al enfermo y la necesidad de
coordinación entre el centro emisor y el
receptor, exigen una homogeneización de los criterios de traslado, de las
maniobras diagnósticas y terapéuticas previas necesarias y de la elección del
medio de transporte.
A la hora de elegir el tipo de
transporte hay que tener en cuenta varios aspectos como es el estado del
paciente.
1.
Crítico: Con riesgo
potencial para la vida de forma inmediata.
2.
Grave: Con proceso patológico
que no significa un riesgo vital, pero produce una disfunción orgánica
importante.
3.
No grave: Con proceso
patológico que no significa un riesgo vital.
Otro aspecto a tener en cuenta es la
urgencia con la que el paciente necesita el traslado.
1.
Emergencia: Inmediatamente
que se detecta el problema médico, sin demora y con prioridad absoluta.
2.
Urgente: Por aquellas
patologías que significan un riesgo vital grave pero su tratamiento se puede
iniciar en el hospital de origen.
3.
Demorables: Pacientes
clínicamente estables enviados para continuar con su tratamiento o realizar
pruebas diagnósticas.
El medio de transporte a utilizar se
elegirá entre tres modalidades, terrestre, aéreo (ala rotativa), aéreo (ala
fija).
La elección del vehículo dependerá de
las opciones disponibles en cada hospital o centro de coordinación de
urgencias.

El trasporte terrestre es el más
accesible debido a su operatividad y la capacidad de acoger a todo tipo de
pacientes independientemente de su tamaño físico, tipo de patología y soporte
terapéutico. Puede recorrer distancias menores a 80 kilómetros antes de
reabastecer y es la alternativa en caso de no poder realizar vuelos.
Es más económico y no
requiere un lugar especial para estacionarse ni para transferir al paciente a
otro vehículo, no es muy limitado por las inclemencias del tiempo y en caso de
emergencia se puede detener el vehículo. Algunas de sus mayores ventajas son el
espacio interior de algunas unidades ya que puede ser bastante cómodo trabajar,
hay menor ruido molesto para el paciente, no se necesita de pilotos entrenados
y tienen una mayor capacidad de carga además de que los efectos adversos hacia
el paciente y la tripulación son mínimos o no existen.
Algunas de sus mayores desventajas son
la capacidad para transportar a un solo paciente, son unidades lentas y la
distancia que recorren puede ser limitada.

El transporte en helicóptero puede a
veces estar limitado para pacientes de talla alta y debido a la escasa
capacidad de maniobra que dispone en su interior a pacientes que necesitan gran
soporte terapéutico.
Tanto en transporte aéreo como terrestre
el equipo suele tener la misma configuración, aunque habitualmente el personal
de transporte aéreo suele estar más entrenado y especializado en transporte de
pacientes críticos.
Los helicópteros se pueden clasificar
por su capacidad de carga. Ligeros (1 a 2 camillas), medios (6 camillas) y
pesados (24 camillas). Está indicado en distancias menores de 300 km, cuando el
trasporte requiera gran velocidad, en situaciones de rescate en alta montaña,
lugares inaccesibles y en el mar.
Su máxima utilidad se encuentra en el
transporte primario no urbano (accidentes de tráfico) y en el transporte
secundario de pacientes críticos.
Su uso está limitado por los inconvenientes
que presentan el alto nivel de ruidos, la necesidad de condiciones
meteorológicas óptimas, no presurización de cabina, alto coste de mantenimiento
y la necesidad de contar con un hangar.
El uso de aviones se reserva para
traslados interhospitalarios de larga distancia, más de 300 km, donde
proporciona alta velocidad, menos ruidos y control de la temperatura ambiente.
Para vuelos de 300 a 500 km se suele
utilizar el avión a turbo propulsión con capacidad para aterrizar en pistas
cortas y con cabina presurizada. Para distancias mayores suele utilizarse el
avión tipo jet.
Los aviones presurizados son aquellos
que mantienen la presión atmosférica en el interior del aparato sin cambios
respecto a la existente a nivel del mar. Los no presurizados son aquellos cuya
presión atmosférica en el interior desciende con la altitud
El coste de los traslados en aviones es
sustancialmente mayor que el realizado por ambulancias terrestres o
helicópteros.
TRANSPORTE
AEROMEDICO
En general, el TAM se puede dividir
en dos grandes categorías: Vuelo estable o TAM en avión de ala fija y TAM en
helicóptero. Estos dos tipos de TAM tienen muchas características en común,
pero también diferencias importantes a favor del TAM en avión de ala fija,
entre las cuales se encuentran: Mayor autonomía, mayor estabilidad en el vuelo,
mayor espacio para realizar maniobras y fundamentalmente la presurización de la
cabina (esto es, la creación de una presión atmosférica o altitud de la cabina) dentro del avión.4 El
factor decisivo en la elección de uno u otro tipo de transporte generalmente se
relaciona con la efica
cia del transporte aeromédico,
estado de salud del paciente y factores logísticos (Ejemplo: Distancia). El TAM
en avión de ala fija generalmente es utilizado en pacientes que deben recorrer
distancias grandes de aproximadamente 200-250 millas y puede operar en
condiciones climáticas adversas que restringen el uso de helicópteros. Para
transporte de menos de 200 millas, se usa habitualmente el TAM en helicóptero.4
AVIACIÓN
Y MEDICINA
Volar induce una necesidad de
adaptación fisiológica en el organismo, dado que el ambiente de las cabinas de
los aviones predispone al enfermo y a la tripulación a variaciones de ciertos
parámetros físicos, lo que incrementa la carga de trabajo efectivo en todos los
viajeros.
VOLÚMENES
DE GAS.
La presión barométrica es inversamente proporcional a la altitud, es decir, a
medida que aumenta la altitud disminuye la presión barométrica y viceversa.
Está documentado que los cambios de presión barométrica tienen influencia tanto
sobre los pacientes como sobre el equipo electromédico, situación que no es
eliminada por la presurización de la cabina, pues si bien esta última permite
confort a altitudes que no podrían alcanzarse sin ella, no mantiene una altitud
equivalente a la del nivel del mar. Lo anterior se explica porque cualquier estructura
llena de gas (vísceras huecas y cavidades) puede convertirse en un problema
clínico serio; por ejemplo, el aire atrapado en los senos paranasales puede
expandirse y causar molestia, o bien un neumotórax no resuelto puede
evolucionar a tensión y poner en grave riesgo la vida. La expansión de un
neumotórax subclínico preexistente puede presentarse durante el vuelo y
precipitar sintomatología grave, complicación que requeriría inserción de
emergencia de un tubo pleural.
Un neumotórax, teóricamente, se expande hasta un 34.5% del volumen inicial a una altitud de 8,000 pies (2,438 m). Igualmente, el aire de los manguitos del equipo médico puede falsear las lecturas o incluso lesionar al paciente.
Este entorno clínico es explicado por la Ley de Boyle que enuncia: «A una temperatura constante, el volumen de un gas dado es inversamente proporcional a la presión a la cual está sometido.
Un neumotórax, teóricamente, se expande hasta un 34.5% del volumen inicial a una altitud de 8,000 pies (2,438 m). Igualmente, el aire de los manguitos del equipo médico puede falsear las lecturas o incluso lesionar al paciente.
Este entorno clínico es explicado por la Ley de Boyle que enuncia: «A una temperatura constante, el volumen de un gas dado es inversamente proporcional a la presión a la cual está sometido.
HUMEDAD. La humidificación es un problema
importante en el aerotransporte del paciente en aviones de ala fija, porque la
cabina incorpora aire ambiente de la atmósfera (incluso en los aviones presurizados),
de forma tal que la humedad disminuye al aumentar la temperatura, lo que puede
condicionar sequedad de las secreciones del paciente y mayores problemas en el
intercambio de gases; sin embargo, en el paciente sujeto a la ventilación
mecánica, esto último puede ser solventado satisfactoriamente con el empleo de
filtros y/o humidificadores.
OXÍGENO. La hipoxemia
representa uno de los problemas clínicos principales durante el vuelo, por ello
debe prevenirse, no tratarse. Este es un principio fundamental en el
aerotransporte de pacientes. Los efectos fisiológicos de la hipoxemia se hacen
evidentes en individuos sanos a alturas mayores de 10,000 pies. La
presurización de las cabinas minimiza este problema; sin embargo, en aquellos
pacientes que tienen la función pulmonar alterada, aumenta el riesgo a alturas
alcanzadas normalmente, por ello los objetivos fundamentales deben ser mantener
una fracción inspirada de oxígeno constante durante todo el vuelo, además de
disminuir todos aquellos factores que produzcan aumento de la demanda tisular
de oxígeno. La disponibilidad del oxímetro de pulso ha permitido disminuir la
incidencia de hipoxemia en el TAM y su rápido reconocimiento.
ACELERACIÓN/DESACELERACIÓN. Es conocido que,
durante el vuelo, los pasajeros de un avión experimenten una serie de fuerzas,
entre ellas, fuerzas de aceleración y desaceleración. Al inicio del vuelo, el
organismo experimenta una aceleración de tipo lineal simple, mientras que al
final del vuelo, la fuerza experimentada es de desaceleración. Por esta razón,
una colocación correcta del paciente durante el vuelo, limita el estrés
inducido por una aceleración sostenida. Las fuerzas de aceleración son más
importantes durante el despegue y no tienen tanta importancia durante el
aterrizaje. En un despegue con la cabeza del paciente hacia la nariz del avión,
éste recibirá las fuerzas de aceleración en la dirección cabeza-pies, lo cual
ocasiona que la sangre se dirija hacia los pies, disminuyendo el flujo
sanguíneo al cerebro y el retorno venoso al corazón.
RUIDO. El ruido es un factor
estresante muy común en el medio aéreo. El ruido afecta el desempeño de los
tripulantes, pues produce cefalea, sordera, fatiga, estrés, disminución de la
capacidad de concentración y deterioro en la capacidad de trabajo. En el
transporte aeromédico es importante por su interferencia en el cuidado del
paciente, y las limitaciones que puede producir en la realización de procedimientos
médicos tan importantes, como el registro de la presión arterial o la
auscultación pulmonar, en el enmascaramiento de las alarmas de los equipos
electromédicos y en la dificultad para la comunicación. Si bien es cierto que
las cabinas de los aviones modernos generalmente han incorporado avances
tecnológicos que han disminuido sustancialmente este factor, siempre deberá
contarse con protectores auditivos, monitoreo de presión no invasiva y sistemas
de intercomunicación, particularmente si el traslado aéreo se realiza en
helicóptero.
VIBRACIÓN. La vibración propia
del movimiento aéreo es producido por dos fuentes: Los motores del avión y la
turbulencia del aire durante el vuelo. Ambos factores, además de producir
malestar y fatiga a los ocupantes del avión o helicóptero, son una fuente
importante de errores de monitorización y de funcionamiento inadecuado del
equipo electromédico.
ATMÓSFERA. La atmósfera se divide
desde el punto de vista físico en cinco capas: Tropósfera, Estratósfera,
Mesósfera, Ionósfera y Exósfera. Desde el punto de vista fisiológico se divide
en tres zonas: Fisiológica, deficiente fisiológica y equivalente espacial

BIBLIOGRAFÍA
PROTOCOLOS DE TRANSPORTE SECUNDARIO DE ENFERMOS CRÍTICOS
Dirección del Grupo Manuel Herrera Carranza; Servicio de
Cuidados Críticos y Urgencias (SCCU) Hospital
“Juan Ramón Jiménez”. Huelva.




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